USAN LA POLÍTICA PARA ENRIQUECERSE

Las pelucas de los granujas del poder!!!

CIUDAD DEL ESTE (Carlos Roa, historia) En Paraguay solo hace falta la moda peluca, donde claro, ya teníamos al peluquín en la Corte y allá por el siglo XVII, durante el reinado de Luis XIV se empezó a usar las pelucas, toda su corte la usó, que distinguía que eran los mandamases, podían robar, mandar matar, sentenciar, coimear, tratos apu´a y otros negociados. Y nadie lo podía indicar, endilgar y mucho menos sentenciarlo, así como sentencia real. Claro como sentencia verbal, las redes sociales hoy día se encargan. Y cuando éstos pelucas caminaban por la calle todo el mundo sabía el potencial de la autoridad que era en el país.

En nuestro país usan de todo, como por ejemplo la política para enriquecerse, el fútbol para hacer trampa, los veedores para estar ciegos, los contralores, para hacer de cuenta que no saben lo que deben hacer, y así por delante, un día apareció un contrato donde la empresa Lerus, dirigida por el actual presidente brasileño Bolso Ñaró que según historiadores, dicen que es un gran genocida, incluso estaría involucrado en la muerte de la vereadora Marielle Franco, donde con su nuevo títere, el presidente de Paraguay, Mario Abdo Benítez, el de las pelucas 2020, se confabularon para elaborar un acta secreto de Itaipu, donde el anexo C sería borrado para no cumplir lo que establece el tratado y de esta manera negociar por años, años y años la electricidad que a nosotros corresponde como socio virtual de la Itaipu Binacional, conocido como excedente sería negociado entre ellos y los ciudadanía ni sabríamos que ocurre de los 640 millones de dólares anual repartidos entre Marito, Huguito, Alderete y otros, para que todo esto fuese como el siglo XVII y hacer un comparativo historial y recuperar esa moda los parlamentarios deberían usar desde este año las famosas pelucas, así como la de Luis XV.

Y por tal motivo mostraremos un Marito peluca 2020, para ver si esta moda pega. Porque seguramente el continúa robando, mintiendo y saqueando, en Paraguay ya no es una moda, es un habitué.

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