Modus Operandi de usurpación de tierras

FOTO: Horacio Cartes.
FOTO: Horacio Cartes.

FOTO: Federico Montanía.
FOTO: Federico Montanía.

ESTARÍAN VINCULADOS JOSÉ ORTIZ Y EL PROPIO HORACIO CARTES?

Es realmente asombroso las irregularidades que han sido cometidas y siguen ocurriendo en la agrotabacalera del Paraguay, propiedad del presidente Horacio Cartes, pero manejada por un sujeto sin escrúpulos, un lobo disfrazado de cordero, llamado Federico Montanía, gerente general de dicha empresa y artífice de todas las irregularidades y abusos que hoy día se hacen vox populi gracias a las denuncias de productores de tabaco, ex funcionarios y funcionarias y el trabajo investigativo de nuestro detective, Charly Freenz, que iremos desglosando a medida del tic tac del tipero de turno de esta redacción.

Se había comentado sobre el club de sodomitas, además del modus operandi de Federico en contra de los productores. Pero ahora iremos contando algo más elocuente, que según informaciones, fue publicado por Abc Color el 7 de febrero de éste año.

En aquella oportunidad, se denunció que una de las empresas del Grupo Favero, propiedad del brasileño Tranquilo Favero, el mayor productor de soja del Paraguay, se ha visto salpicada por un caso de supuesto fraude a productores del distrito de Carlos Antonio López, departamento de Itapúa.

Durante años, los productores trabajaron de manera casi exclusiva con el Agrosilo Santa Catalina SA, empresa que tiene al brasileño Tranquilo Favero como uno de sus principales accionistas y que hasta el año pasado tenía como presidente al yerno de este, René Leonidas Zittel. Como es habitual en estos negocios, el agrosilo se encargaba de financiar la producción otorgando algunas veces créditos en efectivo, semillas o insumos que pudieran necesitar los productores. A cambio, el fruto de los meses de esfuerzo era entregado en su totalidad a la firma, que luego de realizar los cálculos y cobrar deudas, terminaba pagando la diferencia a los productores.

La financiación de la producción era autorizada mediante garantías hipotecarias otorgadas sobre inmuebles de los productores. Sin embargo, a mediados del año pasado, las cosas comenzaron a tornarse un poco más complicadas. De pronto, los productores comenzaron a recibir visitas de representantes de la empresa que reclamaban pagos de supuestas deudas millonarias. En algunos casos, de acuerdo a una denuncia que fue presentada ante la Fiscalía, las deudas existen, pero lo que reclama la empresa del Grupo Favero, está muy por encima del monto real; mientras que en otros, los productores aseguran que en realidad no tienen deuda alguna con el agrosilo.

Para tratar de subsanar esta situación, los productores solicitaron en reiteradas ocasiones que los representantes de Santa Catalina les permitieran acceder a los documentos que respaldan las deudas, algo a lo que la empresa se negó. El objetivo final de todo esto era usurpar las tierras de los productores y que pasen a dominio del imperio Favero.

Un esquema similar ha sido por la agrotabacalera del Paraguay, en donde Montanía y sus secuaces otorgaban créditos, insumos y semillas, a los productores de tabaco, sin embargo, a precios sobrefacturados o simplemente inventando deudas inexistentes, logrando así que los humildes campesinos se vieran cada vez más acogotados por las supuestas deudas a la tabacalera. Lo que no se entiende, dijo un denunciante, es quién realmente son los culpables de esta situación. Nos referimos al propio presidente de la República, al presidente de TABESA, José Ortiz y el propio Federico Montanía. Estarían los tres involucrados o Montanía lo hace en forma oculta? Porque si fuese de la manera que uno piensa, que viene de la cabeza, esto es realmente bochornoso.

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