Periodismo militante

(Primera Parte)

Periodistas sonrientes, que acompañaban al expresidente Frauderico Franco en uno de sus viajes.
Periodistas sonrientes, que acompañaban al expresidente Frauderico Franco en uno de sus viajes.

Es una vergüenza como hoy en día actúan los periodistas en Paraguay y en la región, porque no somos los únicos que estamos en esa línea. La ética y moral periodística fallecieron, porque ya no son tenidos en cuenta los valores y la dignidad humana, porque cuando un periodista relata una información, es para poner en sobresalto o defensa al ciudadano de su país, estos sin embargo maquillan, mienten y por culpa de éstos, muchos de los políticos viven y reinan en la lujuria y la abundancia, amparados por la impunidad, que los convierten en dueños y señores de los hechos de estafas, robos, saqueos, escamoteos, planillerismo, prebendarismo, sobrefacturaciones, obras fantasmas, gratificaciones, autoaumentos, chonguerismo, conchabos Vip, y otras artimañas, que son maquillados por los periodistas militantes, que perdieron la vergüenza, el descaro, la ética y la moral, y que viven viajando de aquí para allá, con las autoridades que nada hacen y que sólo los llevan para tratar de apaciguar las fechorías cometidas por éstos, pagándoles con bocaditos, viajes y algún que otro obsequio para así amordazarlos a su manera, el gobierno de turno, ya sean pasados, presentes y quizás ya con un modus operandi en el futuro.

Ahora bien entendemos la compra de medios de Manuel Jara, que le compró a su hermana, Sara Cartes, unos cuatro, cinco medios, para tener blindaje a todos los escamoteos que hace, dejando el país endeudado por más de 30 años, y con la esperanza que luego, luego, termine su mandato, para ir a disfrutar de su dinero guardado en varios países, con prestanombres o algunas empresas de fachada, manejadas por uno de sus tentáculos, que es especialista en lavado de dinero, que hace tiempo viene utilizando el mecanismo para lavar todo tipo de dinero sucio, narco, del contrabando, dinero secuestro, y dinero todo, dijo un informante que estuvo sollozando de rabia porque vivimos en un país totalmente desvergonzado, donde el periodista tendría que ser el eslabón de la dignidad y la honestidad, hoy en su mayoría son periodistas militantes.

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