LA SUSPENDIERON, PERO PIDE SEGUIR COBRANDO

PILLADA CON LAS MANOS EN LA MASA

CIUDAD DEL ESTE (Realidad, por redacción) Luego de que se difundiera por redes sociales no uno, sino tres, TRES videos donde se veía como la jueza Mirta Sánchez hacia trapa, fraude, en el sorteo de magistrados en la Circunscripción de Amambay, el JEM (Juzgado de Enjuiciamientos de Magistrados) decidió enjuiciarla, los videos donde quedó evidenciado que todo estaba arreglado fueron el punto clave para esta decisión. “Inmediatamente”, más bien luego de una indignación manifestada por redes sociales, la corte, decidió suspenderla sin goce de sueldo y remitieron el caso al JEM quien solicitó, que la fiscalía realice una investigación por que se sospecha de complicidad y más involucrados.  Esta situación sobrepasa la obviedad, para los ciudadanos espectadores es más que evidente que este es un mecanismo común en el ambiente y es posible que se haya hecho tantas veces y por eso la tranquilidad con que amañó sin miramientos tres sorteos.

Ahora, lo cómico de este caso es que la tal jueza aceptó que la corte la suspenda, pero pidió que sea con goce de sueldo, pues dice que de ella dependen sus padres quienes son adultos mayores… Por favor, devuélvanle su sueldo a esta señora, humilde mujer que solo estaba cumpliendo su labor, para que se relaje luego de haber pasado por esta situación tan estresante podríamos también pagarle un viaje más a Egipto o a Francia como es posible ver en sus fotografías en redes sociales, un paseíto en camello, una vueltita por Venecia, para los contribuyentes que pagan sus impuestos eso no es nada, un poquito aquí, un poquito allá y un eunuco que le acarree las cosas de aquí para allá, le prepare el caviar y los costosos tragos.

Es tanta la caradurez, y no sólo de ella, lamentablemente esa es la imagen que tenemos todos sobre estos magistrados que imparten justicia, y que con hechos como este solo se confirma una y otra vez que el pueblo tiene razón al no confiar en la justicia. En Paraguay la justicia es una prostituta que le abre las piernas al mejor postor y a veces simplemente al que está de turno.

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