La posibilidad de contar con un nuevo reglamento interno con mayores exigencias debía ser el análisis este martes en la Cámara de Senadores. Sin embargo, los legisladores decidieron enviar nuevamente a comisiones y, de esa forma, dejan sin definición
Se llamó a una sesión extraordinaria para estudiar exclusivamente el documento que consta de 112 artículos divididos en 20 capítulos. Se busca actualizar el reglamento interno cuyos orígenes datan de hace 47 años.
Para el efecto, se conformó una comisión especial para realizar los cambios necesarios y estuvo compuesta por los senadores Miguel Abdón Saguier, Juan Carlos Galaverna y Eduardo Petta. Pero fue este último quien realizó el trabajo con un grupo de funcionarios de la Cámara legislativa.
Al momento de tratar el documento, se evidenció el desconocimiento por parte de varios senadores sobre el tema en cuestión y, por esa razón, decidieron enviarlo nuevamente a la comisión para su estudio, informó la periodista de ÚH, Diana González.
“Esto ya fue postergado 11 años y el proyecto presentado fue de una comisión que sí trabajó y elevó la propuesta. La obligación era, mínimamente, leer para venir a votar. Considero una falta de respeto hacia el trabajo de la comisión. No existió voluntad”, afirmó el senador Eduardo Petta.
Este proyecto busca ser más exigente con la labor de los senadores, aplicando sanciones para aquellos que no cumplen con la disposición.
Entre las modificaciones que figuran y se resaltan en el nuevo reglamento, se mencionan las sanciones a los senadores que no justifiquen ausencias en las sesiones y reuniones de comisiones.
Se establece que, si la inasistencia injustificada se da en tres sesiones en forma consecutiva, se considerará como un caso de inconducta, por lo que el senador en falta recibirá sanciones. Se debía decidir si se lo suspendía por 60 días sin goce de dieta y se realizaba la convocatoria al suplente.
El documento incluye las licencias por maternidad con goce de dieta y por enfermedad por tres meses. Además, se establece el derecho y la obligación de los senadores al voto, debiendo dejar de lado las abstenciones.
Otro punto que se incluye es la posibilidad de que las sesiones de las comisiones asesoras sean abiertas. Entre las prohibiciones, figura que no se permitirán alusiones personales ni reproches malintencionados.