SALTAN LOS OFENDIDOS DE BLANCO CON COMPLEJO DE DIOSES A DEFENDER LAS MALAS PRAXIS Y TRATO HUMILLANTE QUE SE OFRECEN EN LOS CENTROS MÉDICOS

CIUDAD DEL ESTE (Vergüenza ajena, por Redacción) No es la primera vez y tampoco será la última en que “profesionales” de la salud muestran su apoyo a colegas de blanco, sean médicos o enfermeros, a pesar de las evidentes negligencias y falencias, sabemos que el sistema de salud es precario, pero eso no justifica en ningún sentido el trato inhumano que ofrecen a quienes acuden desesperados a pedir auxilio, porque convengamos una cosa, es preferible ir con una partera, con un médico ñana, incluso con un brujo, curandero o padre que te rece, antes que someterte al trato denigrante que ofrecen en los hospitales públicos, también el instituto de previsión social cabe en esta bolsa ya que entre los factores en común que tienen estos lugares, además de la falta de medicamento y de profesionales, se encuentra el trato de mierda que ofrecen a quien se acerque. Miles son los casos de negligencia donde gracias a la complicidad de los demás funcionarios de blanco, en incluso algunos médicos forenses que deben determinar si hubo o no negligencia, estas personas quedan impunes libres y campantes como cualquier ratero de poca monta. Aunque el valor de la vida no sea de poca monta, ni la calidad de vida no sea insignificante, es así como se maneja el asunto cuando de ciudadanos pobres se trata.

Durante el fin de semana se dio otro caso de parto en el pasillo de un hospital y esta vez ocurrió en el hospital Distrital de Hernandarias, y si bien más tarde se pudo comprobar que no se trató de falta de asistencia, sino de la velocidad con la que se produjo el parto, que apenas llegaron al hospital el bebé nació, se realizó una intervención de la fiscalía en el lugar, y queremos compartir con ustedes el la verdad de todas que salió de la boca de la asistente fiscal que lastimosamente aún no tenemos el dato del nombre pero que realmente representa la verdad verdadera sobre el servicio que están prestando a la ciudadanía estas personas que se encuentran en instituciones públicas, y aunque también en las privadas a veces se pueden encontrar personas con carácter aborrecible que denigran a los clientes/pacientes esto ya es harina de otro costal.

El personal de blanco, principalmente médicos, que desde inicios de la carrerea ya se hacen llamar DIOSES, se creen intocables, impolutos, intachables, y no pasan de ser unas escorias más, situación que se confirma con su actuar y proceder frente a las dolencias de los enfermos y las negligencias de los compañeros, deberían más bien luchar por que las cosas se investiguen, se destapen y se pueda llegar a la verdad, defender con honor el juramento que hacen, la profesión que eligen y tomar como propio los atropellos que incurren contra la ciudadanía.  De esta forma si estarían demostrando su verdadero valor como profesionales y sobre todo como seres humanos.

los estudiantes de medicina desde antes de ingresar ya se hacen llamar y se creen Dioses, así es como terminan jugando con la salud y la vida del prójimo, desde su pedestal de Dioses humillando a los pobres y con arrogancia encubriendo las negligencias que ocurren en los centros médicos.

El sistema de salud puede ser una mierda, pero eso no significa que los que están ahí trabajando también deban serlo, y deban denigrar y humillar a quienes se acercan. Y sabemos bien que aquellos que no se comportan de esa manera tampoco apoyan ni encubren a quienes son culpables de estas faltas, y mucho menos se toman por aludidos cuando se generaliza el pésimo actuar de los médicos y enfermeros.

Compartimos con ustedes el comentario de la asistente Fiscal que estuvo en Hernandarias durante el fin de semana, sin desperdicio, y ojalá tomen en cuenta los que están al servicio de la ciudadanía.

Y queremos añadir que no solo delante de Dios todos somos iguales, ante la ley también somos iguales y esa la premisa que debe reinar en cada movimiento que uno hace, porque bien se puede no creer en Dios, y creer que se escapa de sus consecuencias, pero del peso de la ley nadie debería poder escapar.

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